Los hoteles están llenos de gente que viene y va. En el nuestro encontrarás turistas despistados que querían pasar una noche frente al Mar, abogados que tenían audiencia en los juzgados o comerciales que te venden la Luna o una lata de alcachofas, que más da.
Pero en nuestro Hotel también tenemos al de la oficina que viene a hacer el café o al grupo de abuelas que toman una infusión y un millón de niños que juegan con piedrecitas mientras comen «estrellitas» y los padres están tranquilos tomando el sol mientras apuran su vermut.
En nuestro hotel nos gusta imaginar un mundo pequeño y en paz, por eso cuando hacemos un agujero en la tierra y salimos por el otro lado del planeta nadamos con los delfines que hablan maorí…
Bienvenidos al Mar de Tasmania.